Para ser y sentirse mejores padres o madres hay que pensar que lo que se hace es suficiente. Está bien querer mejorar, pero eso no es sinónimo de castigarte si no lo consigues. Valora tus logros, siéntete mejor. Disfruta de este tiempo que no volverá, tómatelo todo con mayor relatividad, no todo puede ser igual de importante.

Tendemos a juzgarnos excesivamente, por dar demasiado la teta, por no darla, por practicar colecho, por no hacerlo… Lo peor es cuando lo hacemos con nosotr@s mism@s. Mira esta campaña:

¿Quién es mejor madre?

Juzgarnos va en nuestra contra.

En esta sesión trataremos de ser justos con nosotros mismos, exigirnos lo razonable y felicitarnos por los logros conseguidos. De esta manera, podremos actuar mejor. Sentirnos mal o castigarnos no es la mejor forma de actuar para educar, puesto que nuestro mal humor o decaimiento se va a trasladar a la relación con nuestros hijos.

Aquí os dejo un ejemplo de las actitudes que podemos tener hacia nosotros y que no son precisamente buenas compañeras en el camino de la crianza: https://www.facebook.com/319970554859399/videos/427722437417543/?permPage=1