Tengo un hijo de 2 años, ¿cómo le puede estar afectando todo esto?

En respuesta a algunas de las preguntas que me están haciendo últimamente, escribo el post de esta semana.

¿Cómo puede afectar a su aprendizaje emocional?

Emocionalmente, el aspecto que igual podría verse más afectado, sería el de la socialización. No verse con sus iguales, no relacionarse con ell@s, es un poco lo “antinatural” por llamarlo de alguna manera. Pero antinatural en nuestra sociedad y en estos tiempos. En esta edad se está terminando de crear el tipo de apego y poder pasar más tiempo con sus progenitores es igual lo más importante y le va a beneficiar mucho más que estar sin ellos la mayor parte del día.

Estar todo el día entre algodones con su papá y su mamá, ¿cómo le puede afectar?

Continuando con la respuesta anterior, habría que concretar qué queremos decir “entre algodones”. Si eso supone estar con él, jugar con él, es bueno. Si a lo que se refiere es a estar a su disposición todo el tiempo, ceder ante sus rabietas y no ponerle límites, entonces no. Con ceder ante sus rabietas me refiero a darle lo que quiere porque llore. Ceder no es consolarle, esto quiero que quede claro. Si tiene una rabieta es muy importante consolarlo, aunque esa rabieta se haya provocado por un límite que hayamos puesto.

Que se sienta querido es muy positivo y eso tiene mucho que ver con el tiempo que su padre y su madre pasan con él. Otra cosa es que se sienta especial o mejor que los demás, que es algo que podemos favorecer si todo nuestro mundo gira a su alrededor y esto no es bueno.

¿Cómo es de grave?

Si como decía, nuestro mundo gira a su alrededor, podemos estar favoreciendo el estilo educativo basado en la hiperpaternidad, del que ya he hablado muchas veces.

¿Es reversible?

Sí.

¿Cómo?

Tomando conciencia de que educar es preparar para la vida y que eso supone favorecer la autonomía, cosa totalmente contraria a la hiperpaternidad. Debemos revisar nuestras creencias sobre la educación para ver hacia dónde nos estamos dirigiendo con nuestra forma de tratar a l@s hij@s.

Si no queremos que pase esto, habrá que poner límites antes.

¿Qué límites son los adecuados a los 2 años?

Límites razonables, como no dejarle que te pegue o que haga daño a sí mismo o a otras personas. Decirle que cuando tira algo que eso no hay que hacerlo. Pero lo que no podemos esperar es que deje de hacerlo. Es decir, cuando hace algo que no queremos que haga, debemos decírselo, pero no debemos esperar que no lo vuelva a hacer. Incluso aunque nos parezca que lo ha entendido (cosa que es más una interpretación más que una certeza), no podemos esperar que no lo vuelva a hacer porque no tiene semejante autocontrol sobre su conducta.

Entiende que digas que no tire algo al suelo porque se rompe o que no toque la planta porque le hace pupa, pero no es capaz de dejar de hacerlo por lo que sea. Porque le estimula hacerlo, porque le atrae… Y no es su culpa, no es intencionado, no nos quiere provocar, lo hace porque está diseñado para experimentar. Lo que no significa que no sirva de nada decírselo, todo lo contrario.

Si queréis saber más sobre este tema os dejo aquí dos ebooks: uno sobre apego y otro sobre estilos educativos que he elaborado y que os pueden servir.

Marcar como favorito enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.