Llevo varios días dándome cuenta, y ya tenía ganas de reflexionarlo en un post.
Resulta que noto como mi salud mental se está resintiendo. Desde hace un tiempo voy notando cómo tengo menos paciencia, estoy más irritable, mi intolerancia ha crecido, soy menos flexible… Todos estos rasgos forman parte de mi personalidad, aunque intento trabajarlos, atenuarlos, ya que si no mis relaciones sociales se suelen ver afectadas.
Y ya no solo mis relaciones sociales. Mi estado de ánimo es más variable y los fantasmas que hasta ahora tenía más o menos a raya, se me están apoderando.

Así.
¿Y por qué me está pasando esto? Pues porque, aunque el tema del covid no me ha afectado directamente a nivel personal (no me he enfermado yo ni nadie cercano lo ha pasado especialmente mal), va haciendo mella.
Sí, he estado confinada, como todo el mundo, pero lo he llevado bien. Mi trabajo se ha visto bastante afectado pero no al nivel de suponerme una gran preocupación. La gente de riesgo de mi entorno lo está sufriendo, pero más o menos ahí va.
Son esos peros los que me he dicho a mí misma para sobre llevar la situación, los que parece que le están restando importancia a lo que sí me está afectando.

Normalicémoslo.
No soy una persona de viajar demasiado, pero de vez en cuando lo hago y me sienta estupendamente. Y llevo más de un año sin hacerlo.
Creo que la afectividad se puede transmitir de muchas maneras pero no poderme abrazar con mi gente y no poder coger en brazos a los bebés de mis amigas, me está faltando.
No me voy de juerga todos los fines de semana, pero, ¡cómo necesito pegarme unos buenos bailes y unas buenas risas y cantar hasta quedarme afónica!

Nunca pensé que las fiestas de Ansó le hacían tanto bien a mi salud mental.
Y voy arrastrando la falta de esas cosas… La añado a la incertidumbre… a tener que cambiar el trabajo cada vez que hay una medida nueva… A que haya una nueva notica de algún positivo a mi alrededor o cerca de mi gente de riesgo…
En fin, que si os pasa algo parecido a lo que mí, si estáis que no os aguantáis, que os sientan mal muchas cosas, que a la mínima saltáis, que hay cosas que se os hacen un mundo y que antes no… Probablemente sea fruto de un montón de pequeñas cosas que os están restando bienestar, que aparentemente no son para tanto, pero que unidas desde hace ya 7 meses y con un final incierto, pues van haciendo mella.
Aceptar que esto nos está afectando es el primer paso para remediarlo. Nos estamos privando de muchos estímulos agradables que son la sal de la vida. Es normal estar así.
Yo ahora he empezado a meditar todos los días un ratito, me pongo meditaciones guiadas de 15 minutos y me relajo un montón. Creo que me está sentando bien. Os lo recomiendo. Pero si veis que con eso no es suficiente, siempre podéis acudir a terapia, ¡aún os lo recomiendo más!
Totalmente de acuerdo contigo Pilar, parece que hayas escrito el post pensando en mi.
Un saludo
Pues ésa era un poco mi intención, conectar con la gente que puede estar sintiendo un poco lo mismo que yo. ¡Gracias!