Éste es un tema sobre el que me han pedido que escriba, y la verdad es que lleva tiempo dándome que pensar.
Etiqueta: vida
Extevisión: el acto de mirarse desde fuera
Hace poco que estuve en un taller de microrrelatos y uno de los ejercicios iba sobre inventarse una palabra y yo me inventé esta.
Varias muertes en pocos días
Últimamente he tenido muchos momentos de reflexión sobre la muerte. Seis personas que conocía en algo más de un mes han fallecido.
De cómo dibujé un deseo y se cumplió
Facebook me recuerda casi todos los días publicaciones de hace unos años. Hoy me mostraba esta foto de hace 4 años.
A ver si vas a ser el peor jefe que has tenido nunca…
Creo que nos han comido el coco con eso de la jornada laboral. No sé, ocho horas es un montón de tiempo. Aunque te encante tu trabajo.
No tardes demasiado en darte cuenta
El otro día me llegó por alguna red social un mensaje que decía algo así como “Te pegaste toda la vida esperando a que sucediera el milagro sin darte cuenta de que el milagro eras tú”.
Y me gustó un montón.
¿Cuánto tiempo crees que te queda?
Si pudiera volver atrás…
Escribo este post inspirada en este vídeo.
Me habría atrevido a más cosas, porque ahora sé que no pasa nada si no salen.
Respeta a tus padres, respeta a tus hij@s.
Cuando somos niños, nuestros padres tienen que ser padres, no amigos. Esa jerarquía tiene una lógica, muy relacionada con los límites, el cuidado, el afecto, la madurez… Pero con el paso de los años, esto tiene que cambiar.
De hecho, para sanar las relaciones entre padres e hijos adultos, es necesario que el respeto sea la base de la relación. Y si hay respeto no debe haber ni juicios, ni manipulaciones, ni chantajes. Debe partirse de la igualdad.
Los reproches y las exigencias muchas veces son intercambiados dentro de las relaciones paterno filiales. El antídoto para estos elementos tóxicos de la comunicación son el perdón y la aceptación.
El perdón referido a lo que hubiéramos deseado que fueran nuestros padres: las cosas que no nos gustaron en nuestra niñez, lo que nos dolió, el abandono que sentimos, el habernos sentido tratados injustamente… Nuestros padres lo hicieron con nosotros lo mejor que supieron y suelen superar con creces a sus propios padres en cuanto a cuidados se refiere.
El perdón aplicado a uno mismo también es importante. Perdonarnos por habernos comportado mal, por “haberles fallado”, por no atrevernos a hacer o decir lo que hubiéramos querido. También lo hicimos lo mejor que supimos.
El antídoto para terminar con las exigencias, que a su vez conllevan chantajes emocionales, manipulaciones y culpabilidades, es la aceptación. La aceptación de que cada uno es como es, al margen de que te gustara que tu padre fuera más maduro o tu madre más responsable. Son como son y tratar de cambiarlos no te llevará más que a conflictos y discusiones. Acepta que eres como eres y eso está bien, al margen de que tus padres hubieran preferido que tu pareja tuviera otras características, tu trabajo fuera más estable o criaras a tus hijos más a su manera que a la tuya.
Es cuestión de establecer una tregua. Las relaciones íntimas son las más complejas. Las de pareja no se quedan atrás, pero las que se dan entre padres e hijos son realmente complicadas porque comienzan desde una desigualdad notable y necesaria, que debería ir desapareciendo con el tiempo, pero que en muchas ocasiones se mantiene hasta el final de nuestros días.
Este post ha sido inspirado por una consulta que me ha hecho una persona. Teme que su pareja no sea aprobada por sus padres por ser 10 años menor. De alguna manera, mientras no nos equiparemos a nuestros padres, mientras no nos tratemos entre nosotros como adultos y sin jerarquías, esos temores van a estar ahí. Pretender agradarles como cuando éramos niños, no es una buena fórmula para que estas relaciones maduren, porque primero debemos hacerlo nosotros mismos. Y madurar supone tener claro qué queremos, por qué lo queremos y que nos lo merecemos. Y a partir de ahí, si eso se convierte en nuestra base, nos dará igual que nos aprueben o no.
De la misma manera, alcanzar esa madurez, nos permitirá tratar a nuestros hijos desde el respeto, aplicado de una manera cuando sean pequeños y de otra más “de igual a igual” cuando sean mayores.
Charla sobre la Inteligencia Emocional

El contenido de esta charla está dirigido a ver qué es exactamente la inteligencia emocional, cómo aplicarla en la vida diaria y en la educación de los hijos. Se habla mucho sobre esta inteligencia pero no se sabe para qué sirve, sus beneficios o en qué momentos se aplica. A… sigue leyendo